¡Cuántas señales! como para no detenerse a pensar. Contemplar en silencio, escucharte en silencio. La palabra, la realidad, el calendario de la Iglesia y tu Francisco, nos ponen ante la vida de los pobres. La jornada mundial, Cristo Rey, Adviento-Navidad… muchas señales y todas nos llevan a su encuentro.
Es como si quisieras hacerte fuerte frente a un mundo cada vez más injusto, materialista, donde los epulones ocupan los espacios de poder y deciden la miseria de lázaro.
Es como si quisieras aparecer fuerte entre tanto poder y recordarnos la esencia del Reino, de tu Evangelio, de la vida de la Iglesia.
El primer FELICES de Jesús.