Parece mentira!! uno lo dice todo el tiempo eso. Se lo decimos a los demás y a nosotros mismos también. Es tan cotidiana la frase. Pero dicha por Dios suena distinto. Da la sensación que tiene un poder especial. Esas palabras ayudaron a Josué a vencer los miedos y llegar a la tierra prometida, hoy las necesito yo, vos, todos, para caminar, avanzar y llegar.