«Empezó a expulsar a aquellos que vendían y compraban dentro del Templo» si esto ha sido posible en casa de los judíos, ¿por qué no puede ser con más razón en nuestra propia casa? Si esto acontece dentro del marco de la Ley ¿por qué no puede ocurrir con más motivo en el marco del Evangelio? … Cristo, pobre, expulsa a vendedores y compradores que son ricos. Aquellos que venden son expulsados igual que los que compran. Que nadie diga: «Yo regalo todo lo que tengo, yo hago limosna a los pobres como Dios manda». En un pasaje de San Mateo leemos esto: «Gratis habéis recibido, dad gratis» (Mt 10,8). La gracia de Dios no se vende, se da.

(San Jerónimo)

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