ESTE VIERNES CON SANTA CATALINA DE SIENA (siglo XIV)
Quien posee el amor de Dios, encuentra en ello tanta alegría que cualquier amargura se transforma en dulzura, y todo gran peso se vuelve ligero.
Dios es amor; el que está en el amor habita en Dios y Dios habita en él.
Viviendo en Dios, por tanto, no se puede tener amargura alguna, porque ¡Dios es delicia, dulzura y alegrías infinitas!
¡Es esta la razón por la que los amigos de Dios son siempre felices! Aun enfermos, indigentes, afligidos, atribulados, perseguidos, nosotros estamos alegres.
Abraza a Jesús crucificado, amante y amado, y en él encontrarás la vida verdadera, porque es Dios que se ha hecho hombre. ¡Ardan tu corazón y tu alma por el fuego de amor obtenido de Jesús clavado en la cruz!.
Debes, entonces, transformarte en amor, mirando al amor de Dios, que tanto te ha amado, no porque tuviera ninguna obligación, sino por pura donación, empujado sólo por su inefable amor.