En la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, el Arzobispo de La Plata, Mons. Gustavo Carrara, recibió este domingo 29 de junio el palio arzobispal de manos del Papa León XIV.
El palio es una banda de lana de unos seis centímetros de ancho, de forma circular, que se coloca sobre los hombros de un Arzobispo.
Cuenta además con dos tiras de lana del mismo grosor por 36 centímetros de largo que cuelgan una sobre el pecho y la otra sobre la espalda, ambas tiras tienen una placa de plomo forrada con seda negra.
Este elemento está adornado con seis cruces bordadas en seda negra, que recuerdan las diócesis suburbicarias de Roma, de las cuales el Papa es el Arzobispo Metropolitano, y son: Ostia, Albano, Frascati, Palestrina, Porto y Santa Rufina, Sabina y Poggio Mirteto, y Velletri.
La lana con la que se confeccionan los palios es tomada de ovejas de pocos meses de nacidas que se crían en el monasterio de Tre Fontane, lugar donde fue martirizado San Pablo. Las ovejas son llevadas el 21 de enero a las religiosas de la Iglesia de Santa Inés, en Roma.
Durante la Solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, el Sumo Pontífice impone el palio a los nuevos Arzobispos Metropolitanos, significando así la estrecha relación del Papa con cada uno de los Metropolitanos y de éstos con las diócesis de su Provincia Eclesiástica.
El simbolismo más fuerte es el Obispo “Buen Pastor” que lleva en hombros a la oveja.
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En las celebraciones que preside nuestro arzobispo, Monseñor Jorge Scheinig, podemos ver el palio sobre sus hombros. El papa Francisco elevó a la arquidiócesis de Mercedes-Luján a sede metropolitana, trasfiriendo como sus sufragáneas a las diócesis de Merlo-Moreno (hasta entonces sufragánea de Buenos Aires), Nueve de Julio y Zárate-Campana (ambas hasta entonces sufragáneas de La Plata).