EL EVANGELIO DE HOY

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 2, 13-25

Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: «Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio.»

Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: El celo por tu Casa me consumirá.

Entonces los judíos le preguntaron: «¿Qué signo nos das para obrar así?»

Jesús les respondió: «Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar.»

Los judíos le dijeron: «Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y Tú lo vas a levantar en tres días?»

Pero Él se refería al templo de su cuerpo.

Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que Él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado.

Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de Pascua, muchos creyeron en su Nombre al ver los signos que realizaba. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie: Él sabía lo que hay en el interior del hombre.

Palabra del Señor.

«La Palabra de Dios es vivas y eficaz» (Heb 4,12)

LA HOMILÍA EN LA PARROQUIA

P. Oscar – 13/10/2024

REFLEXIONES VARIAS

Obispo Jorge García Cuerva – 13/10/2024

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MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

En el Evangelio de Hoy, Jesús quiere que descubramos que el bien que anhelamos es Dios mismo, su amor por nosotros y la vida eterna que solo Él puede darnos. La verdadera riqueza es ser mirados con amor por Él y amarnos los unos a los otros donando nuestra vida a los demás.