EL EVANGELIO DE HOY

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 5, 1-11

En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y Él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: «Navega mar adentro, y echen las redes.»

Simón le respondió: «Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si Tú lo dices, echaré las redes.» Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían.

Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: «Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador.» El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón.

Pero Jesús dijo a Simón: «No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres.»

Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.

Palabra del Señor.

«La Palabra de Dios es vivas y eficaz» (Heb 4,12)

LA HOMILÍA EN LA PARROQUIA

P. Oscar – 13/10/2024

REFLEXIONES VARIAS

Obispo Jorge García Cuerva – 13/10/2024

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MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

En el Evangelio de Hoy, Jesús quiere que descubramos que el bien que anhelamos es Dios mismo, su amor por nosotros y la vida eterna que solo Él puede darnos. La verdadera riqueza es ser mirados con amor por Él y amarnos los unos a los otros donando nuestra vida a los demás.