Grupo Comunicación Loyola
Cuatro formas de situarse ante el pecado:
Con la piedra en la mano, con el morbo en los ojos, con el miedo en la piel o con la compasión que no renuncia a la verdad.
Solo una de ellas levanta del suelo. Y hace caer todas las demás.
Hoy tenemos una parábola encarnada. Nos explica quién es Jesús. Qué ofrece. Qué exige.
No se trata solo de perdonar. Se trata de ofrecer una alternativa real al pecado. De no encerrar a nadie en su culpa. De no usar la moral como arma. Porque la dignidad de lo que ha sido creado por Dios, debe estar por encima de cualquier norma humana.