«Yo lo miro y Él me mira», decía, en tiempos del Santo Cura, un campesino de Ars en oración delante del Tabernáculo. La oración contemplativa es escucha de la Palabra y obediencia de la fe. La oración contemplativa es también silencio y unión a la oración de Cristo en la medida en que hace participar en su misterio pascual.