
«Santísima Virgen María,
que en la visitación a tu prima Santa Isabel,
llevando ya en tu seno a Jesús,
nos muestras ya tu entrega generosa de Madre de la humanidad
al asistirle en su embarazo durante el tiempo necesario para la llegada de Juan el bautista.
Madre, contágianos ese deseo de hacer a cada instante la voluntad de Dios sirviendo a nuestros hermanos con gozo
y a cantar con nuestras obras las grandezas del Señor.
Amén.