Hoy, en el último día de la Novena a San Cayetano, y ya en vísperas de su fiesta, rezamos por los peregrinos… Por los que mañana peregrinarán hasta los pies de San Cayetano con sus mochilas cargadas de pedidos, de agradecimientos, de vida…
Y también por todos las mujeres y los hombres de este mundo, también nosotros, que compartimos la condición de peregrinos hacia la casa del Padre, para que siempre estemos abiertos al soplo del Espíritu que nos alienta a trabajar por nuestros hermanos.
