ORANDO CON LA PALABRA

La visión profética busca encontrar, en medio de los acontecimientos históricos, oportunidades de salvación. Por eso, tanto la destrucción de Jerusalén como el colapso del poder opresor pagano abren espacio para proclamar el anuncio de salvación.

La perspectiva de la venida del Hijo del Hombre es, entonces, optimista. Este anuncio no pretende infundir tristeza, sino alentar. Es una invitación a “alzar la cabeza”, a mirar con esperanza los tiempos nuevos marcados por la liberación.

Ya sea en el momento de nuestra muerte, que no es un final, sino el comienzo de una existencia mucho más plena; en el final de la historia, con la venida de Cristo en gloria y majestad; o en cada momento presente donde descubrimos el paso de Dios, somos llamados a vivir con la frente en alto. Estos son tiempos de salvación.

«Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.» (Heb. 1,2)

Engendrado y No Hecho – Templo Nueva Vida

LA HOMILÍA DEL P. OSCAR

Homilía  P. Oscar – 22/12/2024

REFLEXIONES VARIAS

P. Obispo Jorge Scheinig
Reflexión de Navidad – 23/12/2024

LLEGARON LAS AGENDAS

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

Que el Jubileo sea la ocasión para perdonar las deudas, especialmente aquellas que gravan sobre los países más pobres. Cada uno de nosotros está llamado a perdonar las ofensas recibidas, porque el Hijo de Dios ha venido a curarnos y perdonarnos.

En esta Navidad, inicio del Año jubilar, invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones.

La Puerta está abierta, abierta de par en par. Vengan, dejémonos reconciliar con Dios, y entonces nos reconciliaremos con nosotros mismos y podremos reconciliarnos entre nosotros, incluso con nuestros enemigos.