SANTOS SIMÓN Y JUDAS (TADEO), APÓSTOLES

Cuando se habla de los santos Simón y Judas Tadeo se entra en una dimensión íntima del Evangelio, en la que Jesús-Dios muestra su dimensión de Jesús-hombre. Porque los santos Simón y Judas Tadeo son dos de los Apóstoles menos conocidos, cuando, paradójicamente, se cuentan entre los más próximos al Maestro, pues son dos de sus primos. La tradición es bastante cierta en el caso de Judas Tadeo, ya que de las Escrituras se deduce que su padre, Alfeo, era hermano de San José; mientras que su madre, María de Cleofás, era prima de la Virgen. Por lo que se refiere a Simón, no existen certezas. 

Muchos rostros, un Apóstol

El Evangelio cita a Simón como el décimo Apóstol, precisamente delante de Judas Tadeo. Este es el único dato cierto. Muchos identifican a Simón con el homónimo primo de Cristo, hermano de Santiago el menor. Los bizantinos lo identificaron con Natanael de Caná, el mayordomo de las bodas de Caná.

San Fortunato de Poitiers afirma que Simón y Judas Tadeo fueron sepultados en Suanir, ciudad persa en la que padecieron el martirio. Según la tradición, es casi seguro que en esta zona del mundo Simón, llamado “el zelote” o “el cananeo” por los evangelistas Mateo y Marco, emprende el camino con su compañero de misión y de destino.

Judas, el discípulo fiel

Hubo dos Judas que siguieron a Jesús, de los cuales Tadeo es el menos conocido, al llamarse igual que el traidor. Cuando los Once salieron de Jerusalén para anunciar el Reino de Dios en otras tierras, Judas Tadeo pasó por Galilea y Samaria para dirigirse, con el paso de los años, a Siria, Armenia y la antigua Persia. En esta zona encontró a Simón. La predicación de ambos llevó al bautismo a miles de babilonios y de personas de otras ciudades.

Pero como siempre, el Evangelio suscita seguidores y enemigos, y a los dos Apóstoles les llegó la hora de ofrecer el supremo testimonio. Fueron arrestados y llevados ante el Templo del sol, donde se les ordenó dar culto a la diosa Diana, renegando a Cristo.

El valor de llamarse cristianos

Se narra que Judas Tadeo rechazó esta orden y declaró como falsos los ídolos paganos; y que en ese mismo instante, dos demonios horribles salieron del templo, destruyéndolo. La gente que asistía a la escena, asustada, se abalanzó con ferocidad sobre los dos apóstoles, que fueron asesinados brutalmente. Sus reliquias se custodian en la Basílica de San Pedro.

«Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.» (Heb. 1,2)

Engendrado y No Hecho – Templo Nueva Vida

LA HOMILÍA DEL P. OSCAR

1/1/2025

29/12/2024

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MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

Expreso mi agradecimiento y mi aprecio a todos aquellos que, en las numerosas zonas de conflicto, trabajan por el diálogo y las negociaciones. Recemos para que cesen los combates en todos los frentes y se avance decididamente hacia la paz y la reconciliación.

Y hoy, en la Jornada Mundial de la Paz, todos estamos llamados a aceptar esta invitación que brota del corazón materno de María: hacernos cargo de la vida herida, dignificar la vida de cada quien es la base fundamental para construir una civilización de la paz.

Aprendamos como María a hallar la grandeza de Dios en la pequeñez de la vida, protegiendo el don precioso de la vida: la vida en el vientre materno, la de los niños, la de quienes sufren, la de los pobres, la vida de los ancianos, la de quienes están solos, la de los moribundos.

Encomendémosle a ella este nuevo año jubilar, entreguémosle las preocupaciones, los sufrimientos, las alegrías y todo lo que llevamos en el corazón. Confiémosle a ella el mundo entero, para que renazca la esperanza, para que florezca la paz en todos los pueblos de la tierra.

María, Madre de Dios y Madre también a nosotros, como a los pastores, muéstranos al Dios que nos sorprende siempre, que no viene en el esplendor de los cielos, sino en la pequeñez de un pesebre