Jesús nos está diciendo que los discípulos compartiremos el vivir a contrapelo del mundo que nos rodea y de sus criterios predominantes. Desde que el mundo es mundo, lo normal es mandar, someter, oprimir; gusta más ser servido que estar sirviendo. Jesús presenta una dinámica contraria al poder que instrumentaliza todo, que justifica todo a su servicio y que provoca sufrimiento, hambre, esclavitud o muerte para los demás. “ Jesús presenta una autoridad que todo lo pone al servicio de los demás, hasta las últimas consecuencias.
Dar así la vida es siempre, según el evangelio, un gesto que enriquece, que ayuda a vivir, que crea vida en los demás, que rescata, que libera, que salva y que plenifica el propio vivir. Sólo quien da su vida por los demás la hace fructificar.