ORANDO CON LA PALABRA

A veces aceptamos solo una parte del mensaje, adaptándolo a nuestras conveniencias y negando aquello que nos resulta arduo o confronta nuestros intereses. Este rechazo no siempre es explícito, pero sí práctico, al ignorar los aspectos más comprometidos y exigentes del evangelio.

Esto también ocurre a nivel institucional. Nos aferramos a costumbres, tradiciones y dogmas, cerrándonos a la acción novedosa del Espíritu, empobreciendo las posibilidades de enriquecimiento del mensaje. Nos creemos poseedores de una verdad inmutable, ignorando la posibilidad de que otros puedan aportar algo valioso. Nos conformamos con repetir sin llegar a la esencia de la vida, sin dejarnos transformar por la novedad que trae Jesús.

La conversión es un trabajo continuo, y es el camino por el cual Dios recreará tanto a nosotros como a su Iglesia.

«Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.» (Heb. 1,2)

Engendrado y No Hecho – Templo Nueva Vida

LA HOMILÍA DEL P. OSCAR

Homilía  P. Oscar – 22/12/2024

REFLEXIONES VARIAS

P. Obispo Jorge Scheinig
Reflexión de Navidad – 23/12/2024

LLEGARON LAS AGENDAS

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

Que el Jubileo sea la ocasión para perdonar las deudas, especialmente aquellas que gravan sobre los países más pobres. Cada uno de nosotros está llamado a perdonar las ofensas recibidas, porque el Hijo de Dios ha venido a curarnos y perdonarnos.

En esta Navidad, inicio del Año jubilar, invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones.

La Puerta está abierta, abierta de par en par. Vengan, dejémonos reconciliar con Dios, y entonces nos reconciliaremos con nosotros mismos y podremos reconciliarnos entre nosotros, incluso con nuestros enemigos.