EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU

El evangelista Juan, que tuvo la gracia de sentir el latido del corazón de Cristo y de intuir el abismo de amor que ocultaba, fotografió los sentimientos de las últimas horas de la vida de Cristo citando una larga y memorable oración: la oración al Padre, la oración de la ofrenda de Amor, la oración de la amistad divina, la oración ferviente por la unidad de sus discípulos, la oración para invocar el alma de la oración para sus apóstoles y para sus discípulos de todos los tiempos.

Una vez concluida la cena, relata san Lucas:

«Salió y se encaminó, como de costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos. Al llegar al sitio, les dijo: “Orad, para no caer en tentación”».

(Lucas 22,39-40)

¿Cómo es posible que en el momento más dramático de su vida, cuando su mismo cuerpo reaccionaba sudando sangre, haya visto la oración como única fuerza y único recurso? Y, sin embargo, es así. El Evangelio no puede cambiarse, ni ser retocado: ¡es así, es sencillamente así!

Cuando llegó el momento supremo, Jesús entra orando en el abrazo con su Padre:

«Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”» .

(Lucas 23,46)

Si esta ha sido la vida de Jesús, si este ha sido su apostolado, ¿podemos vivir nosotros una vida distinta o pensar nuestro apostolado de un modo diverso? «¡Señor, enséñanos a orar!». La Palabra de Dios nos responde. ¡Escuchemos!

Apuntes para la Oración Vol.1
Dicasterio para la evangelización

«Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.» (Heb. 1,2)

Engendrado y No Hecho – Templo Nueva Vida

LA HOMILÍA DEL P. OSCAR

1/1/2025

29/12/2024

REFLEXIONES VARIAS

P. Obispo Jorge Scheinig
Apertura Año Jubilar – 29/12/2024

Mons. Ángel Rossi – 29/12/2024

LLEGARON LAS AGENDAS

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

Expreso mi agradecimiento y mi aprecio a todos aquellos que, en las numerosas zonas de conflicto, trabajan por el diálogo y las negociaciones. Recemos para que cesen los combates en todos los frentes y se avance decididamente hacia la paz y la reconciliación.

Y hoy, en la Jornada Mundial de la Paz, todos estamos llamados a aceptar esta invitación que brota del corazón materno de María: hacernos cargo de la vida herida, dignificar la vida de cada quien es la base fundamental para construir una civilización de la paz.

Aprendamos como María a hallar la grandeza de Dios en la pequeñez de la vida, protegiendo el don precioso de la vida: la vida en el vientre materno, la de los niños, la de quienes sufren, la de los pobres, la vida de los ancianos, la de quienes están solos, la de los moribundos.

Encomendémosle a ella este nuevo año jubilar, entreguémosle las preocupaciones, los sufrimientos, las alegrías y todo lo que llevamos en el corazón. Confiémosle a ella el mundo entero, para que renazca la esperanza, para que florezca la paz en todos los pueblos de la tierra.

María, Madre de Dios y Madre también a nosotros, como a los pastores, muéstranos al Dios que nos sorprende siempre, que no viene en el esplendor de los cielos, sino en la pequeñez de un pesebre