Ven, Espíritu Paráclito, ven sobre tu Iglesia y esposa de Mercedes- Luján que peregrina en este tiempo de la historia.
Ven a ser Presencia, y quédate para siempre con nosotros. Necesitamos tu aliento, que nos recuerdes que el Señor murió y resucitó por nosotros, que nos enseñes a tener los ojos siempre fijos en Jesús, que nos hagas testigos alegres, humildes y valientes del Evangelio.
Ven, Espíritu de Amor, y danos ser generosos en la entrega a los más pobres y frágiles.
Ven, Espíritu de Dios, y enséñanos a ser una Iglesia Sinodal, a caminar juntos tras las huellas del Señor, enséñanos a ser una Iglesia abierta, comunidad de comunidades, pueblo santo fiel, familia grande y con espacio para todos.
Ven a hacer de nuestro mundo un lugar más digno y más cálido, ven a hacer más profundos y verdaderos nuestros vínculos.
Ven, Espíritu de la Verdad, a guiarnos siempre por las sendas de la Paz.
Ven, Espíritu Santo, en este tiempo de gracia, que aquí, tu Iglesia y Esposa de Mercedes-Luján, junto a María de Luján, no para de clamar “Ven, Señor Jesús”.
Amén.
