Nació en Siena en el año 1347. Como miembro laical de la Tercera Orden dominicana, supo conjugar su intensa vida contemplativa con su incesante actividad al servicio de la Iglesia.
Movida por su gran amor a Dios y al prójimo, promovió la paz y la concordia entre las ciudades e intervino en forma decisiva en el retorno del Papa a Roma, sometido en Aviñón a las presiones del rey de Francia. Con sabiduría cristiana, expresada en sus escritos, suscitó un movimiento de renovación y reforma en la Iglesia de su tiempo.
Murió en Roma el 29 de Junio de 1380 y el Papa Pablo VI la proclamó Doctora de la Iglesia en 1970.