
«Para estar bajo el imperio de su Hijo, yo quiero servir a María; para ser admitido al servicio de DIOS, quiero que la Madre reine sobre mi como testimonio.
Para ser el servidor devoto de su propio hijo, aspiro a llegar a ser el servidor de la Madre.
Pues servir a la Servidora es también servir al Señor; lo que se le da a la Madre, se refleja sobre el Hijo, yendo desde la Madre a aquel que Ella ha alimentado, y al Rey ve recaer sobre si mismo el honor que hace el servidor a la Reina» (San Idelfonso).
Santa María, Estrella de salvación, que yo llegue al puerto deseado.