Una bienaventuranza por alimentarnos bien. Una bienaventuranza como reconocimiento por saber elegir. Se trata de no caminar a oscuras, de no caminar a la deriva.
Tu Palabra guía, ilumina, conduce. Leer y escuchar tu Palabra es camino de felicidad por eso bienaventurados y mucho más todavía, si somos capaces de vivirla.