Siempre alegres, recen siempre y siempre dar gracias!!!! ¡Qué distraídos estamos! o mejor confundidos, desubicados. Todo parece tan simple cuando uno lee la Palabra y tu voluntad tan clara. Pero después andamos tristes, bajoneados, caprichosos, suceptibles y entonces no hay alegrías duraderas, no rezamos siempre y no damos gracias porque creemos que todo anda mal y no hay motivos.
Es duro Señor, pero creemos en Vos, confiamos en Vos. Ayudanos a ser fieles y coherentes para vivir en una constante alegría, rezando siempre y dando gracias en todo momento aunque a veces la situación se vuelva dificil, dura y nos tiente a aflojar.