¡Como si fuera fácil mantener encendido el Espíritu con tanta chatura, mediocridad, discordia!. Recurrir a las profecías es recurrir a la Palabra que aclara todas las cosas pero exige una decisión y una conducta coherente con lo que se elige y decide.
Por eso es esencial tener el Espíritu encendido, vivo, despierto, para no perdernos, para ser claros, para elegir y vivir bien.