1º ENCUENTRO DE MÚSICA LITÚRGICA

Con el propósito de promover el canto en las celebraciones, el sábado 23 de noviembre se celebró el primer encuentro arquidiocesano de Música Litúrgica. El mismo tuvo como propósito acompañar y ayudar, mediante el compartir de propuestas y herramientas, a los distintos equipos de animación musical de las comunidades de la arquidiócesis.

Uno de los objetivos centrales de este encuentro ha sido que los equipos fomenten el canto en las celebraciones. El Papa Francisco nos convoca una Iglesia donde estemos “todos, todos, todos”; de este modo buscamos que quien participe de las celebraciones eucarísticas pueda cantar y ofrecer sus oraciones de manera comunitaria.

El encuentro, que se desarrolló en Luján, en el Descanso del Peregrino ubicado enfrente al Santuario y Basílica Nuestras Señora de Luján, contó con la asistencia de más de 70 animadores musicales integrantes y provenientes de los distintos coros de cada una de las localidades de la arquidiócesis de Mercedes Luján.

La dinámica del encuentro consistió en el compartir dado por un primer momento de discernimiento, guiado por el padre Sebastián Ríos, quien propuso una reflexión a la luz de los ecos sinodales a la luz de nuestro primer sínodo arquidiocesano sobre la Evangelización y Catequesis Hoy, cuyo documento final integra las disposiciones de nuestro Padre Obispo Jorge Eduardo Scheinig, quien instruyó al Equipo de Pastoral de Liturgia para la constitución de un “Equipo de Animación de Cantos, no un coro, sino un Equipo de Animación que ayude a las comunidades a renovar su cancionero, para que nuestro pueblo viva animosamente las celebraciones”.

En tanto que el seminarista Manuel Ascenso compartió sus vivencias entorno a las la música litúrgica, abordando bondades y el sentir del espíritu en este arte.

En un segundo momento, los participantes, guiados por el Equipo de Pastoral de Liturgia, intercambiaron realidades sobre la actualidad de la música litúrgica en si misma; compartiendo el espíritu de la música en la liturgia. Finalmente, tuvo lugar el testimonio de vida de Demián Tessoré, compositor y productor mercedino sobre música cristiana.

Luego de un almuerzo a la canasta, el tiempo de la tarde inició con el trabajo en grupos bajo la modalidad sinodal dada por la conversación en el espíritu; cuya intención ha sido la de tratar de descubrir cuales son las necesidades que los distintos coros, grupos y equipo de animación musical tienen para proponer el acompañamiento del Equipo de Música Litúrgica.

Promediando la tarde se realizaron tres talleres; uno dispuesto sobre la “Belleza”; abordado desde la perspectiva de la reflexión filosófica, guiado por el padre Pablo Valles. Un segundo espacio sobre el “Canto de Salmos”, guiado por un matrimonio de nuestra Iglesia arquidiocesana; y, un tercer compartir sobre la “Vocalización”, guiado por Amalia Guaraña.

El encuentro culminó con la celebración de la Santa Misa presidida por nuestro Padre Obispo Jorge Eduardo en la Santuario de Luján, a los pies de María. La Eucaristía fue animada por un ensamble interpretado por todos los participantes.

«El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó» (Apoc. 21,4)

LAS HERMANAS DEJESÚS POBRE, NOPODEMO SER INDIFERENTES AL SUFRIMIENTO DE LOS  HERMANOS Y HERMANAS QUE SUFREN, COMO JESÚS NOS ENSEÑA A CADA INSTANTE.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Ricardo – 22/6/2025

REFLEXIONES VARIAS

AGENDA

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 18.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA LEÓN XIV

22/6/2025

Cristo es la respuesta de Dios al hambre del hombre, porque su cuerpo es el pan de la vida eterna. Cuando nos alimentamos de Jesús, pan vivo y verdadero, vivimos para Él. Ofreciéndose sin reservas, el Crucificado Resucitado se entrega a nosotros, y de este modo descubrimos que hemos sido hechos para nutrirnos de Dios.

La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado. ¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!

Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto. Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos “lejanos” cuando está en juego la dignidad humana.

Continúan llegando noticias alarmantes desde Oriente Medio, sobre todo desde Irán. En este escenario dramático, que incluye a Israel y Palestina, corre el riesgo de caer en el olvido el sufrimiento diario de la población, especialmente de Gaza y los demás territorios, donde la necesidad de una ayuda humanitaria adecuada es cada vez más urgente.

En la Eucaristía el Señor acoge, santifica y bendice el pan y el vino que ponemos en el altar, junto con la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sacrificio de amor para la salvación del mundo. Dios se une a nosotros acogiendo con alegría lo que le presentamos y nos invita a unirnos a Él recibiendo y compartiendo con igual alegría su don de amor.

En muchos países se celebra la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Corpus Domini, y el Evangelio De Hoy narra el milagro de los panes y los peces (Lc 9,11-17). Más allá del prodigio, el milagro es un “signo”, y nos recuerda que los dones de Dios, incluso los más pequeños, crecen más cuanto más se comparten.

INTENCIONES DEL PAPA

El Papa León XIV nos invita a profundizar nuestra relación personal con Jesús y a aprender de su Corazón la compasión por el mundo.