JUBILEO 2025: «La esperanza no defrauda»
El 9 de mayo 2024, el Papa Francisco publicó la bula de convocatoria del Jubileo Ordinario del año 2025, Spes non confundit: «la esperanzano defrauda».
El lema del Jubileo 2025 procede de una cita de la carta de San Pablo a los Romanos: «La esperanza no defrauda», porque ofrece la certeza del amor de Dios (Rm 5,5).
En dicha Bula, el Papa Francisco, no solo se dirige a los católicos sino a todos los seres humanis que buscan sentido a la vida en un mundo que se percibe sin rumbo.
Habiendo buscado refugio en el Señor, «nos sentimos poderosamente estimulados a aferrarnos a la esperanza que se nos ofrece.»
Pero la esperanza no es solo una virtud teologal. También se refiere a las expectativas personales y sociales de toda la humanidad.
Si en nuestra sociedad domina la cultura “líquida”, es porque los seres humanos perciben que han perdido la esperanza en el futuro.
Vivir en un mundo en paz, en armonía y en el que se respeten los derechos humanos parece inalcanzable.
Antes de caer en lo ficticio, se opta a veces por huir de la realidad y no afrontar los retos, pues pareciera ser la solución más fácil.
Por eso, el Papa Francisco tiene el deseo de que este Año Santo «sea para todos una ocasión de reavivar la esperanza».
Se trata de hacer brotar la esperanza en una tierra que parece reseca.
Si la vida se compone de alegrías y tristezas, de pruebas y dificultades, y si la esperanza parece derrumbarse ante el sufrimiento, Pablo, de manera desconcertante, escribe: «Nos gloriamos hasta de las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza » (Rm 5,3-4).
La «constancia» (o «paciencia»), combinada con la esperanza, consiste en mantenerse firme en las pruebas, no desanimarse, perseverar, no tener prisa en una época en la que estamos acostumbrados a quererlo todo e inmediatamente.