En este tiempo, cuando el ánimo de los argentinos se sobrepone a situaciones extremas con paciencia, ingenio y esperanza–aún ante la pérdida de seres queridos en las familias-; cuando padecemos el humillante aumento en la cantidad de hogares cada vez más pobres; en un año escolar que dejó al margen a una gran cantidad de alumnos y puso en evidencia la desigualdad de recursos y medios; cuando los heroicos agentes sanitarios agotados por el esfuerzo sobrehumano nos piden a gritos que cuidemos la vida; el sentido común -que abunda en el pueblo sencillo-nos revela que no hay lugar para pensar en proyectos legislativos que contradicen el discurso que dice cuidar a todos los argentinos como prioridad.
(Comisión Ejecutiva Conferencia Episcopal Argentina, 22/10/2020)