Nueva provincia eclesiástica argentina

Buenos Aires (AICA): Al aceptar la renuncia de Mons. Agustín Radrizani SDB al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Mercedes-Luján y designar como sucesor a Mons. Jorge Eduardo Scheining, el Santo Padre erigió la nueva Provincia Eclesiástica de Mercedes-Luján, asignándole como sufragáneas las diócesis de Merlo-Moreno, Nueve de Julio y Zárate-Campana.

Al aceptar la renuncia de monseñor Agustín Radrizani SDB al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Mercedes-Luján y designar como sucesor a monseñor Jorge Eduardo Scheining, el Santo Padre erigió la nueva Provincia Eclesiástica de Mercedes-Luján, asignándole como sufragáneas las diócesis de Merlo-Moreno, Nueve de Julio y Zárate-Campana, la primera hasta ahora perteneciente a la Provincia Eclesiástica de Buenos Aires y las otras dos hasta ahora pertenecientes a la Provincia Eclesiástica Platense.

Mercedes-Luján era, hasta ahora, la única arquidiócesis no metropolitana de la Argentina, porque era una de las pocas del mundo católico “sujetas directamente a la Santa Sede”.

Hay tres “clases” de exigencias que dan origen a este tipo de diócesis: 1. Diócesis que comprenden todo el territorio de un país o de una colonia, como Mónaco o Gibraltar; 2. Diócesis con un especial significado histórico-político, como las diócesis de Metz o Strasburgo en discusión entre Francia y Alemania; 3. Sedes arzobispales con una particular entidad pastoral, como Marsella o Barcelona. El caso de Mercedes-Luján era de esta tercera clase.

“El gesto de Juan Pablo II -dijo en su momento el entonces nuncio apostólico monseñor Ubaldo Calabresi- reúne su amor a la Santísima Virgen y su predilección por el pueblo argentino, expresado más de una vez y renovado ahora de esta particular manera”.

Las provincias eclesiásticas
El Código de Derecho Canónico establece que para promover una acción pastoral común en varias diócesis vecinas, según las circunstancias de las personas y de los lugares, y para que se fomenten de manera más adecuada las recíprocas relaciones entre los obispos diocesanos, las Iglesias particulares se agrupan en provincias eclesiásticas delimitadas territorialmente, y presididas por el metropolitano o arzobispo de la sede que da nombre a la respectiva provincia eclesiástica.

La Iglesia en la Argentina está organizada en las siguientes 13 provincias eclesiásticas con sus diócesis sufragáneas:

1. Bahía Blanca: Alto Valle del Río Negro, Comodoro Rivadavia, Esquel, Río Gallegos, San Carlos de Bariloche, Santa Rosa y Viedma.

2. Buenos Aires: Avellaneda-Lanús, Gregorio de Laferrere, Lomas de Zamora, Morón, Obispado Castrense, Quilmes, San Isidro, San Justo, San Martín y San Miguel.

3. Córdoba: Cruz del Eje, Deán Funes, Villa de la Concepción del Río Cuarto, San Francisco y Villa María.

4. Corrientes: Goya, Oberá, Posadas, Puerto Iguazú y Santo Tomé.

5. Mendoza: Neuquén y San Rafael.

6. Mercedes-Luján: Merlo-Moreno, Nueve de Julio y Zárate-Campana.

7. Platense: Azul, Chascomús y Mar del Plata.

8. Resistencia: Formosa y San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña.

9. Rosario: Concordia, Gualeguaychú, Paraná, San Nicolás de los Arroyos y Venado Tuerto.

10. Salta: Cafayate, Catamarca, Humahuaca, Jujuy y Orán.

11. San Juan: La Rioja y San Luis.

12. Santa Fe: Rafaela y Reconquista.

13. Tucumán: Añatuya, Concepción y Santiago del Estero.+

«El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó» (Apoc. 21,4)

LAS HERMANAS DEJESÚS POBRE, NOPODEMO SER INDIFERENTES AL SUFRIMIENTO DE LOS  HERMANOS Y HERMANAS QUE SUFREN, COMO JESÚS NOS ENSEÑA A CADA INSTANTE.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Ricardo – 22/6/2025

REFLEXIONES VARIAS

AGENDA

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 18.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA LEÓN XIV

22/6/2025

Cristo es la respuesta de Dios al hambre del hombre, porque su cuerpo es el pan de la vida eterna. Cuando nos alimentamos de Jesús, pan vivo y verdadero, vivimos para Él. Ofreciéndose sin reservas, el Crucificado Resucitado se entrega a nosotros, y de este modo descubrimos que hemos sido hechos para nutrirnos de Dios.

La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado. ¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!

Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto. Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos “lejanos” cuando está en juego la dignidad humana.

Continúan llegando noticias alarmantes desde Oriente Medio, sobre todo desde Irán. En este escenario dramático, que incluye a Israel y Palestina, corre el riesgo de caer en el olvido el sufrimiento diario de la población, especialmente de Gaza y los demás territorios, donde la necesidad de una ayuda humanitaria adecuada es cada vez más urgente.

En la Eucaristía el Señor acoge, santifica y bendice el pan y el vino que ponemos en el altar, junto con la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sacrificio de amor para la salvación del mundo. Dios se une a nosotros acogiendo con alegría lo que le presentamos y nos invita a unirnos a Él recibiendo y compartiendo con igual alegría su don de amor.

En muchos países se celebra la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Corpus Domini, y el Evangelio De Hoy narra el milagro de los panes y los peces (Lc 9,11-17). Más allá del prodigio, el milagro es un “signo”, y nos recuerda que los dones de Dios, incluso los más pequeños, crecen más cuanto más se comparten.

INTENCIONES DEL PAPA

El Papa León XIV nos invita a profundizar nuestra relación personal con Jesús y a aprender de su Corazón la compasión por el mundo.