(Vatican News) Monseñor Víctor Manuel Fernández, arzobispo de la Plata, en una entrevista concedida a la Agencia SIR, explica el significado de la nueva encíclica del Papa Francisco “Fratelli tutti” en la que “todo es apertura” y Francisco se muestra como un “maestro del diálogo».
En la fraternidad “está el secreto de toda existencia humana”, escribe el Papa Francisco en Fratelli tutti, la encíclica presentada el domingo 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís y “se lo percibe cuando se lee la encíclica”, subraya monseñor Víctor Manuel Fernández, argentino, arzobispo de La Plata, teólogo, ex rector de la Universidad Católica Argentina. A él, gran conocedor de Francisco y de su visión, notoriamente consultado en varias ocasiones por el Papa, la agencia SIR le pidió que explicara y comentara la nueva encíclica, en la que – como afirma monseñor Fernández – “todo es apertura”, y Francisco se muestra como un “maestro del diálogo”. La entrevista de Bruno Desidera.
¿Cómo se puede definir esta encíclica del Papa Francisco? ¿Una Carta profética? ¿La Carta Magna para el mundo en tiempos de Covid-19?
Yo diría que es el gran testamento social del Papa Francisco, porque recoge y profundiza su visión sobre los grandes temas sociales que él ha ido desarrollando como Arzobispo y luego como Papa. Laudato si’ fue un gran llamado profético sobre el cuidado de la casa común, pero hay que reconocer que Francisco había hablado muy poco sobre ese tema en ocasiones anteriores. Ahora, en cambio, Fratelli tutti es un nuevo llamado profético como respuesta a la pandemia, que recoge lo mejor de su pensamiento, madurado y asentado con el tiempo.
En cada página de este documento se respira apertura… el sueño de un «amor que va más allá de las barreras» y de las fronteras. ¿Qué significado tiene esta propuesta frente a un mundo tan “cerrado”, como el Papa mismo denuncia?
Todo es apertura en esta encíclica. De hecho, es en sí misma un gran acto de apertura al diálogo con el mundo. Aquí Francisco habla a todos. Por eso en ocasiones dice “para los cristianos esto significa…”. Porque está claro que está hablando para que todos puedan comprenderlo. El título ya es expresión de esta enorme apertura. Pero esto se vuelve más significativo porque se dirige a un mundo que se estaba cerrando cada vez más. Y lo peor que puede ocurrir en una pandemia como esta es que se quiera responder a ella con un mundo cerrado.
Una Encíclica tiene siempre un significado universal… pero en esta Carta es particularmente evidente que el Papa está hablando a todos los hombres sin tener en cuenta su fe o ideología. Al mismo tiempo subraya el papel de las religiones a servicio de la fraternidad. ¿Esta perspectiva es realmente revolucionaria?
Esto ya había ocurrido en Laudato si’. La han leído muchos agnósticos, que no han dejado de leer las partes teológicas, porque sentían que no les molestaban y que también tenían un mensaje para ellos. Pero, si bien Francisco habla a todos, no lo hace ocultando su fe cristiana. Por eso propone la parábola del buen samaritano, y a veces aclara: “para nosotros esto sólo es posible con la gracia de Dios”. También, en el último capítulo, hace una sentida y poética defensa de nuestra mirada cristiana. Pero nada de eso es un obstáculo para que los demás puedan leerla, porque Francisco es un maestro en el diálogo con el mundo.
La parábola del Buen Samaritano ilustrada por el Papa Francisco en el segundo capítulo ¿puede ser realmente el ícono evangélico en este tiempo de pandemia?
Sin duda. Francisco ama esa parábola. De hecho, la mayor parte de ese capítulo está tomada de una homilía que él hizo en un Te Deum en Buenos Aires. La imagen de la única barca, que él usó tiempo atrás, ahora adquiere una concretización mayor en la figura del buen samaritano, porque no habría una verdadera fraternidad universal sin incorporar a los últimos, a los heridos, a los abandonados al lado del camino.
La pandemia ha puesto en evidencia que libertad e igualdad son perspectivas inciertas y arruinadas sin la fraternidad. ¿Cuál es, según usted, el significado profundo de la fraternidad en la visión del Papa?
Para él la libertad y la igualdad son sueños vanos sin una fraternidad que incorpore a todos, que es universal no sólo en sentido geográfico sino también existencial. Francisco dice: “Aquí hay un secreto de la verdadera existencia humana”. Uno lo percibe cuando lee la encíclica: la fraternidad nos ayuda a encauzar nuestra vida por la verdadera senda, nos lleva a ser realmente humanos. La libertad, sola, sin esta apertura al otro, no hace feliz a nadie.
¿Cuánto es importante en el contexto actual un verdadero equilibrio entre la dimensión global y local, entre el mantenerse abiertos y al mismo tiempo con los pies en la tierra? ¿Qué falta para encontrar este equilibrio?
Este es un tema que Francisco ya había desarrollado en Evangelii Gaudium y estaba expresado en uno de sus famosos principios: “el todo es superior a la parte”. Allí Francisco explicó la tensión entre la globalización y la localización (EG 234-235). Ahora, en Fratelli tutti, da a este tema un nuevo y más hondo desarrollo. Porque necesita explicar que la apertura universal no es un universalismo abstracto, que desprecia la propia tierra y el propio pueblo. A su vez, muestra la necesidad de que el amor a la propia patria se abra y se deje enriquecer por los otros pueblos. Ya en Querida Amazonia había advertido sobre la necesidad de estar siempre abiertos a nuevos intercambios, e incluso a nuevos “mestizajes”. Evidentemente, este es uno de los grandes ejes de Fratelli tutti, porque de hecho se detiene a tratar esta cuestión en dos capítulos diferentes.
El capítulo sobre política aclara de manera límpida y bien fundada la visión del Papa y especialmente su preferencia por una política popular y no populista. ¿Es así?
Por supuesto. Si no lo entienden ahora no lo comprenderán jamás. Tanto se ha dicho sobre la visión política de Francisco que ahora ya no caben dudas sobre cuál es esa visión. Ya que algunos se quejan de que Francisco habla de política, aquí él tiene la valentía de dedicar todo un capítulo a la política. En su explicación sobre el sentido genuino de lo popular, liberándolo de los defectos del populismo, se puede advertir el pensamiento íntegro y equilibrado de Francisco. Estoy seguro de que muchos quedarán impactados con esos párrafos, aunque no faltarán quienes se sientan ofendidos y reaccionen mal ante la propuesta del Papa.
La fraternidad puede conocer ocasiones de rotura y contestación. ¿Cuánto es fundamental la dimensión de la reconciliación en el mundo hoy?
En realidad, Francisco siempre ha preferido la expresión “amistad social”, porque la palabra “reconciliación” muchas veces es manipulada y entendida como un modo de negar la realidad, de renunciar a la justicia, de olvidar la gravedad de lo que ha ocurrido. La expresión “amistad social” colocada en el subtítulo, ilumina el sentido de su llamado al reencuentro, a la reconciliación y al perdón. En este tema Francisco también es muy equilibrado, ya que invita a la memoria lúcida y a la discusión clara, directa y honesta, sin ocultamientos ni disimulos. Porque lo que no puede ser negado, olvidado y disimulado, sí puede ser perdonado.
¿Cómo saldrá el mundo de esta situación de pandemia? ¿Es optimista al respecto? ¿Cuáles herramientas fundamentales ofrece Fratelli tutti?
Es difícil saberlo, porque algunos saldrán desesperados a consumir. Ya que han estado mucho tiempo encerrados y sin posibilidades de comprar, de viajar, de gastar, algunos sólo querrán recuperar el tiempo perdido. Otros se han dejado interpelar por la realidad, se han preguntado por el sentido de sus vidas, han llorado viendo sufrir a otros. Esos saldrán mejores. La política ha reaccionado diversamente en los distintos países. En general me parece que Europa ha reaccionado mejor que Estados Unidos o Brasil, por ejemplo. Qué resultará de todo eso, ya lo veremos. No soy muy optimista porque conozco la fragilidad humana. Pero tengo esperanza, y el llamado del Papa a volver a elegir el amor como camino, expresado de maneras tan bellas, tan variadas y tan completas, podría ser un poderoso estímulo.