Vatican News – El Papa responde a las preguntas de niños de todo el mundo. Se trata de un libro ilustrado titulado «Queridos hijos… el Papa responde a vuestras preguntas» publicado por Mondadori ElectaKids y que saldrá a la venta el próximo martes. El periódico de Turín anticipó algunos pasajes:
Darío pregunta…
¿Por qué hay guerras?”.
Y el Papa responde:
“Porque cuando nos hacemos adultos corremos el riesgo de caer en la tentación de volvernos egoístas y, por tanto, de querer poder y dinero. Incluso a costa de hacer la guerra a algún otro país que sea un obstáculo para ese objetivo de poder, o que tenga un líder con los mismos objetivos. Incluso saberlo significa matar a otras personas. Con demasiada frecuencia, en la historia, quienes se han convertido en líderes de una nación no han podido frenar su deseo de ser los más fuertes de todos, de dominar el mundo. Se llama «interés imperial», lo estudiarás en la escuela en los libros de historia. Hoy en el planeta hay muchas guerras y violencia, y aunque haya quienes digan que a veces tienen razón, no tengo dudas de que entenderán que siempre se equivocan. Las guerras siempre son malas.»
Isabela pregunta…
Isabela, de nueve años, de Panamá, pregunta a Francisco: “¿Crees que algún día habrá paz en todo el mundo? ¿Cómo puede hacerse esto?».
Y el Papa responde:
“Sí, no debemos resignarnos – responde el Papa – la paz es posible, realizable. Tengo la esperanza de que tarde o temprano los «mayores» comprendan que en un mundo completamente pacífico todos viven mejor. Sin embargo, todos deben comprometerse a deponer las armas, desactivar la violencia y no provocar tensiones y enfrentamientos. Y erradicar del corazón el deseo de dominar a los demás, la sed de dominio y de dinero. En nuestro corazón sólo debe haber amor por los demás, es decir, por las personas que están cerca y lejos de nosotros, especialmente aquellos que sufren o se encuentran en dificultades por algún motivo. Y esto debería aplicarse también entre los líderes de las naciones del planeta. Si todos viviéramos así habría menos agresividad y también menos miedo: todos estaríamos más serenos y felices. El amor vence a la guerra y te hace feliz.»