Mary pregunta…
Mary, de nueve años, de Hungría, pregunta por qué el Papa dice a menudo que los adultos deben aprender de los niños.
Y el Papa responde:
“Porque son sabios– responde Francisco – tienen un corazón puro, no tienen prejuicios. Porque dicen la verdad en la cara (…) Sin darse cuenta, ayudan a los adultos que saben escucharlos y, en particular, a sus padres, a vivir de manera más honesta y generosa. ustedes, niños, saben dar el justo valor a los momentos de la vida: los de estudio, de oración, de diversión, de juego solos, con amigos y con los padres. Realmente espero que los padres puedan encontrar tiempo para jugar con ustedes. Y luego, ayudan a los grandes a permanecer humildes. Porque para ustedes son simplemente mamá o papá, o al menos señores y señoras adultos. Y por tanto ‘desconciertan’ a los que son demasiado narcisistas: porque para ustedes ese adulto no es importante por el puesto de prestigio que ocupa o porque es famoso, sino simplemente por el papel que tiene hacia ustedes».
Paul pregunta…
Paul también tiene nueve años, es noruego y le pregunta a Francisco por qué debería cuidar la naturaleza.
Y el Papa responde:
“Porque el cambio climático y la contaminación provocada por el ser humano – explica el Papa – podrían conducir a la desaparición de la humanidad. A través de fenómenos como el calentamiento global, la devastación de la naturaleza, la degradación ambiental y la consiguiente desaparición de la biodiversidad. Así como nuevas enfermedades letales. Pero tengo fe – dice Francesco – en una conciencia colectiva de los jóvenes y de los niños sobre las cuestiones medioambientales: los niños y las niñas, a menudo gracias a la escuela, han comprendido que el futuro es suyo y, por lo tanto, debemos actuar urgentemente en el presente para salvar el futuro», aunque ahora «son cruciales las medidas ecológicas de los Estados acordadas a nivel internacional, pero también el comportamiento de cada uno de nosotros cada día: recogida selectiva de residuos, atención al no desperdicio de agua y alimentos, lectura de libros que explicar los detalles de los problemas de nuestra Tierra. Debemos todos juntos no ensuciar más la Creación, y cuidarla, elegir siempre acciones por el bien de nuestro hábitat, porque es nuestra Casa común», un «compromiso humano y también cristiano».