HERMANA AGUA

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA EL EVENTO «INMERSOS EN EL CAMBIO» EN COSTA RICA

A Su Excelencia Federico Zamora Cordero
Embajador de Costa Rica ante la Santa Sede

Señor Embajador:

Respondo con gusto a su invitación de unirme al Evento de Alto Nivel sobre la Acción Oceánica “Inmersos en el cambio”, que tendrá lugar en la ciudad de San José los días siete y ocho del próximo mes de junio.

Es significativo que una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad de Roma sea la de Océano que, sobre un carro de caballos marinos guiados por tritones, se abre camino entre sus calles. Parecería casi como si la misma Urbe estuviese inmersa en los dominios del mar. Los antiguos quisieron ponderar de ese modo la llegada del agua al centro de la ciudad, que recuperaba así su majestuosidad, después de años de carestía y zozobra, impuestos por las guerras que destruyeron sus infraestructuras. 

El agua es necesaria para la vida del hombre, ningún progreso, ni siquiera social, puede subsistir sin ella; incluso la gran ciudad de Roma está inmersa en el océano conceptual del poder de las aguas. Los que nos han precedido la honraban, no sólo en su arte, sino con la oración de alabanza al Creador. San Francisco de Asís en el Cántico de las Criaturas la evoca como «la hermana agua», llamándola “útil, humilde, preciosa y casta”.

Sin embargo, es lamentable constatar que pervertimos tales epítetos al convertir lo que es útil, como el agua, en objeto de explotación. Ultrajamos aquello que realiza un trabajo humilde y silencioso por el bien común. Y en vez de considerar precioso este regalo de Dios, lo convertimos en moneda de cambio, en motivo de especulación e, incluso, vehículo para la extorsión.

El pobrecillo de Asís termina definiendo el agua como casta. El Acqua Vergine que surge en la Fontana di Trevi debe su nombre a una joven doncella del pueblo que con audacia indicó a los legionarios romanos el lugar donde surgía el manantial, y era además muy apreciada por su pureza. Toda esa bondad que el agua trae para la gente sencilla corre el peligro de ser quebrantada por la malicia, el egoísmo, el desprecio del otro.

Ojalá que la imagen de esta hermosa fuente romana nos ayude a darnos cuenta que toda nuestra civilización está inmersa en el océano, que comprendamos que es necesario un cambio radical, para recuperar el sentido de esos adjetivos de san Francisco. Valoremos su utilidad común en la seguridad alimentaria, su trabajo humilde en la regulación del clima, luchemos contra la contaminación para devolverle su preciosa hermosura y hagamos el propósito de no violentar su pureza, dejándola como legado a las próximas generaciones.

Excelencia, le ruego que haga llegar a todos los participantes en este evento mi saludo y mi bendición para que los trabajos que se están emprendiendo devuelvan los océanos y cuanto contienen a su legítima dignidad de criaturas de Dios.

Fraternalmente,

Vaticano, 5 de abril de 2024.
Francisco

«El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó» (Apoc. 21,4)

LAS HERMANAS DEJESÚS POBRE, NOPODEMO SER INDIFERENTES AL SUFRIMIENTO DE LOS  HERMANOS Y HERMANAS QUE SUFREN, COMO JESÚS NOS ENSEÑA A CADA INSTANTE.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Ricardo – 22/6/2025

REFLEXIONES VARIAS

AGENDA

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 18.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA LEÓN XIV

22/6/2025

Cristo es la respuesta de Dios al hambre del hombre, porque su cuerpo es el pan de la vida eterna. Cuando nos alimentamos de Jesús, pan vivo y verdadero, vivimos para Él. Ofreciéndose sin reservas, el Crucificado Resucitado se entrega a nosotros, y de este modo descubrimos que hemos sido hechos para nutrirnos de Dios.

La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado. ¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!

Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto. Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos “lejanos” cuando está en juego la dignidad humana.

Continúan llegando noticias alarmantes desde Oriente Medio, sobre todo desde Irán. En este escenario dramático, que incluye a Israel y Palestina, corre el riesgo de caer en el olvido el sufrimiento diario de la población, especialmente de Gaza y los demás territorios, donde la necesidad de una ayuda humanitaria adecuada es cada vez más urgente.

En la Eucaristía el Señor acoge, santifica y bendice el pan y el vino que ponemos en el altar, junto con la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sacrificio de amor para la salvación del mundo. Dios se une a nosotros acogiendo con alegría lo que le presentamos y nos invita a unirnos a Él recibiendo y compartiendo con igual alegría su don de amor.

En muchos países se celebra la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Corpus Domini, y el Evangelio De Hoy narra el milagro de los panes y los peces (Lc 9,11-17). Más allá del prodigio, el milagro es un “signo”, y nos recuerda que los dones de Dios, incluso los más pequeños, crecen más cuanto más se comparten.

INTENCIONES DEL PAPA

El Papa León XIV nos invita a profundizar nuestra relación personal con Jesús y a aprender de su Corazón la compasión por el mundo.