«LES ASEGURO QUE NINGÚN PROFETA ES BIEN RECIBIDO EN SU TIERRA» (lUCAS 4, 24- 30)

«En vano se debe esperar la ayuda de la Misericordia divina, cuando se tiene envidia al mérito de la virtud de otro. El Señor desprecia a los envidiosos, y aleja los milagros de su poder, de aquellos que persiguen en otros los divinos beneficios; pues las operaciones de la carne del Señor son una prueba de su divinidad, y lo que es invisible en El se nos demuestra por lo que es visible. Observad, pues, los males que produce la envidia. La patria de Jesús, la cual fue digna de que el Hijo de Dios fuese en ella concebido, es juzgada indigna de sus obras por la envidia.» (San Ambrosio)

Breve oración para rezar este día:
        TU QUE TE HUMILLASTE, HACIÉNDOTE OBEDIENTE HASTA LA MUERTE Y MUERTE DE CRUZ.
        ENSÉÑANOS A SER HUMILDES, PACIENTES Y A NO TENER ENVIDIA A LOS DEMÁS. AMEN

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