El Papa Francisco está rumbo a Irak, viaje histórico, si los habrá. Gira de promoción encarnada de la Fratelli Tutti, imitando a San Francisco de Asis cuando fue a ver al Sultan, para realizar un abrazo entre la cultura cristiana y musulmana.
Mucho se ha dicho, y puede decirse estrategica y geopoliticamente de este viaje del Papa. Pero vale recordar su genesis, el momento en que este país entro en los planes de Francisco: el Sínodo de los Jovenes en el Vaticano en 2018.
Todo surge durante la ponencia de Safa Al Abbia, un joven iraquí que participó en el Sínodo como auditor, donde luego de comentarle a todos lo que implicaba ser cristiano en Irak (donde historicamente han sido perseguidos por su fe) le dijo Francisco (allí presente) que lo invitaba a visitar su país.
Luego de ello, conmovido e interpelado por la soledad en la que se sentian los cristianos allí, Francisco lo invitó al joven Safa a una reunión privada, donde este le pidió que envié un mensaje a los jóvenes iraquíes, para que pudiera ser difundido una vez llegado a su casa. Francisco le aseguró que llevaba en su corazón a los jóvenes de Irak, consciente de los muchos sufrimientos que han experimentado.
En el Evangelio Jesús nos dice que “pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo el que pide recibe; el que busca encuentra; y al que llama, se le abre.” (Lc11, 9-10).
Y elló quedó en el corazón de Francisco nomas, quien siempre destaca el el aspecto de amor paterno de Dios. Movido por la profunda necesidad de llevar paz a un país devastado por la guerra, y donde seguro ser cristiano es más gris y hostil, se armó el hueco para viajar. Un viaje infaltable en la ejemplaridad de la vida franciscana, donde tal como su origen, va a estar la convicción de que el paso por este mundo debe estar lleno de fe, caridad y esperanza.
Esa fue la principal conclusión del Sínodo de los Jovenes, y que Francisco llevará a Irak y sus cristianos… que la tristeza, la soledad y la muerte no tienen la ultima palabra en Irak, sino que hay que una buena noticia: que CristoVive.
