El Papa sorprendió a veinte mil peregrinos al llegar a la Plaza de San Pedro para dar la bendición final junto al el arzobispo Fisichella y pronunciar un breve saludo ante los presentes: “¡Feliz domingo a todos, muchas gracias!
El arzobispo Fisichella, delegado del Papa, presidió la misa por el Jubileo de los enfermos y del mundo de la sanidad y leyó la homilía del Pontífice: «No releguemos a los que son frágiles, alejándolo de nuestra vida».
La sorpresa llegó al final de la misa jubilar por los enfermos y el mundo sanitario y fue la llegada del Papa Francisco a la plaza de San Pedro. En silla de ruedas, acompañado por su enfermero personal, que lo lleva hasta el altar, donde, tras la bendición final del celebrante, el arzobispo Fisichella, pronunció un breve saludo: «¡Feliz domingo a todos, muchas gracias!».
El Papa convaleciente en la Casa Santa Marta comparte mucho con los veinte mil peregrinos, muchos de ellos enfermos, reunidos en la Plaza de San Pedro para la Misa jubilar por los enfermos y el mundo de la sanidad. Y lo confiesa en su homilía, leída para él por su delegado, el arzobispo Rino Fisichella, pro-prefecto de la Sección para las Cuestiones Fundamentales de la Evangelización en el Mundo del Dicasterio para la Evangelización.
EL PAPA FRANCISCO SALUDÓ A LOS PEREGRINOS
