«¡El Papa es peruano!». Para los habitantes de este país latinoamericano, el hecho de que Robert Francis Prevost haya nacido en Chicago es un dato irrelevante. «El Papa es peruano», dicen todos, sobre todo en el norte del país. Los casi veinte años de misión que el 8 de mayo de 2025 se convirtió en León XIV llevó a cabo entre Chulucanas, Trujillo y, como administrador apostólico, en Callao y luego como obispo en Chiclayo, no son en absoluto insignificantes. De hecho, el misionero agustino ha dejado una profunda huella en Perú, tierra de música, alegría, hospitalidad y bellezas naturales como Machu Picchu, la Sierra, la Selva y otros lugares asaltados por el turismo excesivo, pero al mismo tiempo lugar de pobreza endémica y desolación.
Los medios de comunicación vaticanos han reconstruido los pasos de Prevost en Perú a lo largo de los años a través de un viaje que ha pasado por Lima, Callao, Trujillo, Chichlayo, Chulucanas y Piura. Voces, imágenes, lugares, testimonios, vídeos y fotografías, algunos completamente inéditos: todo ello puede verse en el documental realizado por el Dicasterio para la Comunicación.
*Una realización de los periodistas de los medios vaticanos: Salvatore Cernuzio, Felipe Herrera-Espaliat, y Jaime Vizcaíno Haro.