El sábado 18 de marzo, siendo las 9.30 firmé con mucha expectativa y un poquito de nerviosismo, el libro histórico de la Catedral de Mercedes.
La Misa fue emoción pura, los sinodales, el clero, consagrados, seminaristas, todos unidos en la voz del pastor. La promesa y profesión de fe de los sinodales, a una sola voz y un solo espíritu.
La Palabra Viva, tan viva y tan encarnada como en cada Misa pero compartida con la esperanza y la alegría de un acontecimiento novedoso y emocionante, ¡propio de la Gracia!
Luego en el colegio, 421 personas compartiendo “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres y mujeres de nuestro tiempo”, para iniciar el camino que vamos a recorrer durante este año.
Quería compartir esta emoción, fue para mí como recibir nuevamente el Sacramento de la Confirmación. Agradezco a Dios esta vivencia y me encomiendo a las oraciones de todos.
Marcela