DIGNIDAD INALIENABLE

El Prefecto de la Doctrina de la Fe presentó el documento «Dignitas infinita» en la Sala de Prensa del Vaticano, junto al secretario del Dicasterio Monseñor Matteo y el profesor Scarcella. Un documento «fundamental» para recordar que «toda persona tiene su dignidad inalienable».

Una vez más, el cardenal Fernández se hizo portador del mensaje que está en el corazón de la pastoral del Papa Francisco: acoger ‘a todos, a todos’, incluso a quienes ‘piensan distinto en temas de sexualidad y matrimonio’. No dirigirse sólo a una ‘minoría selecta que acepta todo lo que dice la Iglesia’. Y con mayor razón el documento de hoy, centrado en «un pilar fundamental de la enseñanza cristiana», tendrá un impacto universal «porque el mundo necesita redescubrir las implicaciones de la inmensa dignidad de la persona para no perder el rumbo». Dignitas infinita, añadió el cardenal argentino, aunque enriquecida con 113 notas a pie de página que van desde Pablo VI a Francisco, no pretende ser «un vademécum» de cosas ya dichas, sino un instrumento «para recoger y consolidar lo dicho por los Pontífices más recientes y sintetizar las novedades ofrecidas por el Papa actual sobre un tema estructurante del pensamiento cristiano clásico y contemporáneo».

Ir al documento «Dignitas Infinita»

«Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo.» (Heb. 1,2)

Engendrado y No Hecho – Templo Nueva Vida

LA HOMILÍA DEL P. OSCAR

Homilía  P. Oscar – 22/12/2024

REFLEXIONES VARIAS

P. Obispo Jorge Scheinig
Reflexión de Navidad – 23/12/2024

LLEGARON LAS AGENDAS

DÍAS Y HORARIOS

Secretaría:
Miércoles y Viernes: 15:30 a 18:00 hs
Cáritas:
Martes y viernes de 15:00 a 17:30 hs
Misas en la Parroquia:
Miércoles a Sábados: 19.30 hs
Domingos: 10 hs

I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA

Que el Jubileo sea la ocasión para perdonar las deudas, especialmente aquellas que gravan sobre los países más pobres. Cada uno de nosotros está llamado a perdonar las ofensas recibidas, porque el Hijo de Dios ha venido a curarnos y perdonarnos.

En esta Navidad, inicio del Año jubilar, invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones.

La Puerta está abierta, abierta de par en par. Vengan, dejémonos reconciliar con Dios, y entonces nos reconciliaremos con nosotros mismos y podremos reconciliarnos entre nosotros, incluso con nuestros enemigos.