Custodios de la Casa Común

Texto completo de la Carta Pastoral.

En la presentación de la nueva Carta Pastoral del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), “Discípulos Misioneros Custodios de la Casa Común. Discernimiento a la luz de la Laudato Si’”, el obispo de la diócesis de Lomas de Zamora y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPAS), monseñor Jorge Lugones SJ, aseguró que “el cuidado de la casa común no es una moda u opción que pueda o no hacerse”, por lo que “es importante que nos unamos, nos informemos y eduquemos sobre el cuidado de la casa común”.

El obispo auxiliar de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Scheinig, miembro de la CEPAS; Marta Arriola, directora del proyecto “Cuidadores de la Casa Común”; Esteban Castro, Secretario General de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), y Daniel Menéndez, Coordinador Nacional del Movimiento Barrios de Pie, también formaron parte del panel que presentó el documento esta tarde en el santuario Santos Latinoamericanos, en Fiorito.

“Cómo estamos construyendo el futuro”, se preguntó monseñor Lugones a la luz de la Carta que describe la “crisis ecológica” en la «casa común» que es «nuestro planeta»: “qué le pasa a nuestro mundo, cómo se está deteriorando, se necesita actuar y comprometernos todos, por eso se habla de una conversión interior”, dijo. “Quién se va a convertir: la naturaleza o la persona”, planteó, “nosotros, porque podemos transformar algo”.

El obispo se refirió a una “ecología integral”, “un ambiente sano, que va unido a lo económico, social, cultural y a nuestros hábitos, todos somos responsables del deterioro del planeta, porque una ecología integral es ver la situación del mundo, de la naturaleza, pero unido a la persona, especialmente las personas que hoy están gravemente comprometidas por el deterioro de la naturaleza, el agua, el suelo y el aire”.

Al destacar los dos desafíos que propone la Carta, el extractivismo y la defensa de la amazonia, monseñor Lugones preguntó varias veces cómo cuidamos el agua. “Podemos vivir sin el celular, pero no podemos vivir sin agua, porque el agua es el elemento que sustenta a la persona, es un derecho inalienable de la dignidad de la persona y hoy es moneda de comercio”.

“Todos podemos ocuparnos de una conversion integral ecológica. No basta la denuncia. Cómo anunciamos en nuestra casa, en nuestro barrio, lo que se puede hacer y los hábitos que se pueden cambiar. Este cuidado de la casa común no es una moda u opción que pueda o no hacerse. Tenemos que optar por el cuidado de la casa común”.

“Esta carta quiere concientizarnos sobre el cuidado del planeta, y dentro de nuestro ambiente la persona, especialmente la que hoy no cuenta, los sufrientes, débiles y los que no tienen posibilidades”.

«El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó» (Apoc. 21,4)

LAS HERMANAS DEJESÚS POBRE, NOPODEMO SER INDIFERENTES AL SUFRIMIENTO DE LOS  HERMANOS Y HERMANAS QUE SUFREN, COMO JESÚS NOS ENSEÑA A CADA INSTANTE.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Ricardo – 22/6/2025

REFLEXIONES VARIAS

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I SÍNODO ARQUIDIOCESANO – DOCUMENTO FINAL

3 MINUTOS DE RETIRO

MENSAJES DIARIOS DEL PAPA LEÓN XIV

22/6/2025

Cristo es la respuesta de Dios al hambre del hombre, porque su cuerpo es el pan de la vida eterna. Cuando nos alimentamos de Jesús, pan vivo y verdadero, vivimos para Él. Ofreciéndose sin reservas, el Crucificado Resucitado se entrega a nosotros, y de este modo descubrimos que hemos sido hechos para nutrirnos de Dios.

La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado. ¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!

Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto. Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos “lejanos” cuando está en juego la dignidad humana.

Continúan llegando noticias alarmantes desde Oriente Medio, sobre todo desde Irán. En este escenario dramático, que incluye a Israel y Palestina, corre el riesgo de caer en el olvido el sufrimiento diario de la población, especialmente de Gaza y los demás territorios, donde la necesidad de una ayuda humanitaria adecuada es cada vez más urgente.

En la Eucaristía el Señor acoge, santifica y bendice el pan y el vino que ponemos en el altar, junto con la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sacrificio de amor para la salvación del mundo. Dios se une a nosotros acogiendo con alegría lo que le presentamos y nos invita a unirnos a Él recibiendo y compartiendo con igual alegría su don de amor.

En muchos países se celebra la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Corpus Domini, y el Evangelio De Hoy narra el milagro de los panes y los peces (Lc 9,11-17). Más allá del prodigio, el milagro es un “signo”, y nos recuerda que los dones de Dios, incluso los más pequeños, crecen más cuanto más se comparten.

INTENCIONES DEL PAPA

El Papa León XIV nos invita a profundizar nuestra relación personal con Jesús y a aprender de su Corazón la compasión por el mundo.