Necesitamos entender que la catequesis no sigue un ritmo escolar y de estudio, sino que toda la tarea catequística debe ayudar a las personas a encontrarse con Jesús, a descubrir el amor misericordioso del Padre, a dejarse iluminar y sostener por el Espíritu de Dios.
Para esto, tenemos que convencernos que el itinerario catequístico está llamado a
- buscar a Dios como objetivo central más que promover un conocimiento meramente intelectual,
- una catequesis que dé plenitud a la vida más que llene pizarrones.
4to Documento de Trabajo
1º Sínodo Arquidiocesano
Evangelización y Catequesis Hoy