La pregunta total y definitiva que Pedro supo responder no solo con su palabra, sino, sobre todo, con su vida.
¿Quién dice la gente que soy?
Categoría: AÑO DE LA ORACIÓN
TU AMOR PROVIDENTE LO ABRAZA TODO
Su Palabra nos hace pensar en ¡Cuánto le gustaba reflexionar sobre la bondad de Dios, quien actuaba en el interior de la vida!
Descubrir a su Padre en los pájaros del cielo y en los lirios del campo.
MI MADRE APRESURÓ LOS COMIENZOS DEL EVANGELIO
¿Qué sentimientos habrán inundado el corazón de Jesús después de las bodas de Caná, cuando al pedido de su madre realiza un primer milagro y comienza su vida pública?
HOY CONFIRMÉ QUE SUEÑO CON TUS PROPIOS SUEÑOS
Imaginamos la oración de Jesús al comienzo de su vida pública, después de leer en la sinagoga el pasaje del profeta Isaías.
Jesús viene a cumplir los sueños del Padre.
ABBA, TU PALABRA ES ANTORCHA PARA MIS PASOS
La oración de Jesús en medio de las pruebas, en el desierto.
En un debate teológico cara a cara con el confusor, lo vence, al recurrir a la compañera de toda su vida: la divina Palabra
TE BENDIGO DESDE LO HONDO DE MIS ENTRAÑAS, PADRE
En el tercer volumen de los Apuntes sobre la oración, se nos propone rezar con la oración del mismo Jesús.
En un ejercicio de la imaginación, pensar cómo Jesús hablaba con su Padre.
LOS SALMOS, UN TESORO DE ORACIONES
El Concilio Vaticano II llamó al libro de los Salmos «maravillosos tesoros de oraciones».
Con los salmos podremos orar y meditar, y también, como un segundo acto de una misma obra, nos invitaran a entrar en la plaza y en la historia sin encerrarnos en un oasis de incienso, velas y rituales, para «evangelizar a los pobres, proclamar la libertad a los cautivos y a los ciegos la vista».
ENCONTRANDO LA FUERZA PARA AMAR Y SONREIR
El episodio donde el periodista inglés, Malcom Muggeridge descubre la razón de la entrega de la Madre Teresa y sus hermanas a los pobres.
¡SEÑOR, QUE COMPRENDA MI PEQUEÑEZ!
San Agustín Roscelli, un sacerdote genovés del siglo XIX afirmaba:
«En el paraíso encontraremos a personas que no han sido ni mártires, ni obispos, ni sacerdotes, ni teólogos… pero no encontraremos a ni una sola persona que no haya sido humilde».
EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU
¿Podemos vivir nosotros una vida distinta o pensar nuestro apostolado de un modo diverso al de Jesús?
«¡Señor, enséñanos a orar!».
La Palabra de Dios nos responde. ¡Escuchemos!