En el mes de María nos encontramos ayer viernes 14 de noviembre para celebrar en comunidad el Sacramento de la Unción de los enfermos.
Sacramento de la fortaleza de Dios para la debilidad del hombre, ya sea del cuerpo o del alma. Signo de la fuerza «suave» de un Dios que nos acompaña en el camino de nuestra vida brindándonos su perdón, su consuelo, su paz, sanando nuestras dolencias y fortaleciendo nuestras debilidades con su inmenso amor.
Con la misa de envío de las mensajeras y la bendición de las imágenes comenzamos el pasado viernes uno de los tiempos más lindos para la vida de nuestra comunidad.
De la mano de María, nuestra Madre , tenemos la oportunidad a través las mensajeras, de visitar muchas familias en los distintos barrios llevándoles la Buena Noticia que siempre es Jesús. Y con María llega a esas familias la paz, la gracia, y toda la bendición que Jesús nos regala. Será un mes rico en oración, celebración y misión. Vivamos este mes con una profunda y serena alegría disfrutando de este tiempo que es «pura Gracia».