La comunicación calumniosa es el inicio de las dictaduras

En la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta, el Papa Francisco recuerda la seducción del escándalo y del poder de la comunicación calumniosa. Basta pensar en la persecución de los judíos en el siglo pasado. Un horror que sucede también hoy.

El Papa en la Misa en Santa Marta(Debora Donnini – Ciudad del Vaticano – Vatican News) Si se quieren destruir a las instituciones o personas, se comience a calumniar. Se usa la seducción que el escándalo tiene en la comunicación. Justamente de esta “comunicación calumniosa”, el Papa Francisco advierte en su homilía en la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta.

Defender la herencia de los padres

La reflexión del Papa parte de la historia de Nabot narrada hoy en el Primer Libro de los Reyes y propuesta en la Primera Lectura. El rey Acab desea la viña de Nabot y le ofrece dinero. Aquel terreno pero forma parte de la herencia de sus padres y por lo tanto el hombre lo rechaza. Entonces Acab que era “caprichoso”, hace como los niños cuando no obtienen lo que quieren: llora. Luego, siguiendo el consejo de su mujer cruel, Jezabel, lo acusa de falsedad, lo mata y toma posesión de su viña. Nabot – señala el Pontífice – es pues un “mártir de la fidelidad a la herencia” que había recibido de sus padres: una herencia que iba más allá de la viña, una “herencia del corazón”.

Los mártires condenados con las calumnias

El Papa Francisco evidencia que, la historia de Nabot es paradigma para la historia de Jesús, de San Esteban y de todos los mártires que han sido condenados usando un escenario de calumnias. Pero es también un paradigma en el modo de proceder de mucha gente, de “tantos jefes de Estado y de Gobierno”. Se comienza con una mentira y, “después de haber destruido sea una persona, sea una situación con aquella calumnia”, se juzga y se condena.
Las dictaduras adulteran las comunicaciones

“También hoy, en muchos países, se usa este método: destruir la libre comunicación”.

“Por ejemplo pensemos: existe una ley de los medios, de comunicación, se cancela esa ley; se entrega todo el aparato comunicativo a una empresa, a una sociedad que calumnia, que dice falsedades, debilita la vida democrática. Luego vienen los jueces a juzgar a esta institución debilitada, estas personas destruidas, condenadas, y así va adelante una dictadura. Las dictaduras, todas, han comenzado así, con adulterar la comunicación, para poner a la comunicación en las manos de una persona sin escrúpulos, de un gobierno sin escrúpulos”.

La seducción de los escándalos

“También en la vida cotidiana es así”, subraya el Papa Francisco: si se quiere destruir a una persona, “inicio por la comunicación: difamar, calumniar, decir escándalos”:

“Y comunicar escándalos es un hecho que tiene una seducción enorme, una gran seducción. Se seduce con los escándalos. Las buenas noticias no son seductoras: si, pero que bien que ha hecho. Y pasa… Pero un escándalo: pero has visto. Has visto esto. Has visto aquel otro. ¿Qué cosa ha hecho? Esta situación… Pero no puede, no se puede ir adelante así. Y así la comunicación crece, y esa persona, esa institución, aquel país termina en la ruina. No se juzgan al final a las personas. Se juzgan las ruinas de las personas o de las instituciones, porque no pueden defenderse”.

La persecución de los judíos

“La seducción del escándalo en la comunicación lleva justamente a un rincón”, es decir, “destruye” como le sucedió a Nabot que quería sólo ser fiel a la herencia de sus antepasados, no venderla. Ejemplar en este sentido es también la historia de San Esteban que hace un largo discurso para defenderse, pero aquellos que lo acusaban, prefieren lapidarlo en vez de escuchar la verdad. “Este es el drama de la avidez humana”, dice el Papa. Muchas personas son, de hecho, destruidas por una comunicación malvada:

“Muchas personas, tantos países destruidos por dictaduras malvadas y calumniosas. Pensemos por ejemplo en las dictaduras del siglo pasado. Pensemos en la persecución a los judíos, por ejemplo. Una comunicación calumniosa, contra los judíos; y terminaban en Auschwitz porque no merecían vivir. Oh, es un horror, pero un horror que sucede hoy: en las pequeñas sociedades, en las personas y en tantos países. El primer paso es apropiarse de la comunicación, y después la destrucción, el juicio, y la muerte”.

Releer la historia de Nabot

El apóstol Santiago habla justamente de la “capacidad destructiva de la comunicación malvada”. En conclusión, el Papa Francisco exhorta a releer la historia de Nabot en el capítulo 21 del Primer Libro de los Reyes y pensar “en tantas personas destruidas, en tantos países destruidos, en tantas dictaduras con ‘con guantes blancos’, que han destruido los países.

«El secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó» (Apoc. 21,4)

LAS HERMANAS DEJESÚS POBRE, NOPODEMO SER INDIFERENTES AL SUFRIMIENTO DE LOS  HERMANOS Y HERMANAS QUE SUFREN, COMO JESÚS NOS ENSEÑA A CADA INSTANTE.

REFLEXIÓN DE LA PALABRA DE ESTE FIN DE SEMANA

P. Ricardo – 22/6/2025

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MENSAJES DIARIOS DEL PAPA LEÓN XIV

22/6/2025

Cristo es la respuesta de Dios al hambre del hombre, porque su cuerpo es el pan de la vida eterna. Cuando nos alimentamos de Jesús, pan vivo y verdadero, vivimos para Él. Ofreciéndose sin reservas, el Crucificado Resucitado se entrega a nosotros, y de este modo descubrimos que hemos sido hechos para nutrirnos de Dios.

La guerra no resuelve los problemas, sino que los amplifica y produce heridas profundas en la historia de los pueblos, que tardan generaciones en cicatrizar. Ninguna victoria armada podrá compensar el dolor de las madres, el miedo de los niños, el futuro robado. ¡Que la diplomacia haga callar las armas! ¡Que las naciones tracen su futuro con obras de paz, no con la violencia ni conflictos sangrientos!

Hoy más que nunca, la humanidad clama y pide la paz. Es un grito que exige responsabilidad y razón, y no debe ser sofocado por el estruendo de las armas ni por las palabras retóricas que incitan al conflicto. Todo miembro de la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de detener la tragedia de la guerra, antes de que se convierta en una vorágine irreparable. No existen conflictos “lejanos” cuando está en juego la dignidad humana.

Continúan llegando noticias alarmantes desde Oriente Medio, sobre todo desde Irán. En este escenario dramático, que incluye a Israel y Palestina, corre el riesgo de caer en el olvido el sufrimiento diario de la población, especialmente de Gaza y los demás territorios, donde la necesidad de una ayuda humanitaria adecuada es cada vez más urgente.

En la Eucaristía el Señor acoge, santifica y bendice el pan y el vino que ponemos en el altar, junto con la ofrenda de nuestra vida, y los transforma en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, sacrificio de amor para la salvación del mundo. Dios se une a nosotros acogiendo con alegría lo que le presentamos y nos invita a unirnos a Él recibiendo y compartiendo con igual alegría su don de amor.

En muchos países se celebra la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Corpus Domini, y el Evangelio De Hoy narra el milagro de los panes y los peces (Lc 9,11-17). Más allá del prodigio, el milagro es un “signo”, y nos recuerda que los dones de Dios, incluso los más pequeños, crecen más cuanto más se comparten.

INTENCIONES DEL PAPA

El Papa León XIV nos invita a profundizar nuestra relación personal con Jesús y a aprender de su Corazón la compasión por el mundo.