En el Encuentro del Papa León con los jóvenes libaneses una pregunta y una promesa que también compromete a todos los jóvenes en la iglesia, y a los que sin ser jóvenes creemos que «el verdadero principio de vida nueva es la esperanza que viene de lo alto: ¡es Cristo! Jesús murió y resucitó para la salvación de todos. Él, el que vive, es el fundamento de nuestra confianza; Él es el testigo de la misericordia que redime al mundo de todo mal.»
“Queridos jóvenes del Líbano, vengo a ustedes con la paz de Cristo y he encontrado en ustedes corazones ardientes de fe. ¿Están listos para ser artífices de paz en un mundo que sufre?”.
Los jóvenes responden:
“Oh Señor, prometemos ser jóvenes artífices de paz, portadores de reconciliación en nuestros corazones, sembrando esperanza en nuestro país, viviendo como hijos de la luz y dando testimonio de tu amor en todas partes. Ayúdanos a ser fermento de unidad, voz de justicia y artífices de paz, en la Iglesia y en la nación. Amén”.




