En el diálogo sinodal tomamos conciencia de que Dios llama a nuestra Iglesia, a la Iglesia de Mercedes-Luján, a cambiar, a no quedarse en moldes que ya no dan respuestas a los tiempos en los que vivimos.
Sentimos ese llamado en la escucha de la Palabra, en la presencia de Jesús al lado nuestro. Sabemos que ese llamado nos resulta incómodo pues nos saca de “zonas de confort” a las que estamos acostumbrados.
Queremos emprender esa marcha y, teniendo en cuenta la diversidad de nuestras comunidades y las diferencias entre nosotros, nos sentimos interpelados a buscar criterios comunes que nos ayuden a caminar juntos.
Ciertamente, las comunidades pueden adaptar esos criterios a las realidades cercanas pero no podemos renunciar a la búsqueda de criterios comunes. En ese sentido, necesitamos del compromiso de cada uno de nosotros: pastores, agentes de pastoral, religiosos y religiosas, consagrados y consagradas, laicos y laicas.
4to Documento de Trabajo
1º Sínodo Arquidiocesano
Evangelización y Catequesis Hoy