(Salvatore Cernuzio – Vatican News) Hoy comienza la tercera sesión del encuentro en el Aula Nueva del Sínodo de los cardenales del mundo con Francisco para reflexionar sobre la Praedicate Evangelium. Ayer se reflexionó en grupos divididos por idiomas sobre el papel de los laicos a la cabeza de los dicasterios.
La formación del personal, la espiritualidad de la Curia y, sobre todo, la cuestión de los laicos y su posible papel a la cabeza de algunos Dicasterios fueron los temas sobre los que giraron las reflexiones y discusiones de los Cardenales durante el encuentro a puerta cerrada con el Papa sobre el Praedicate Evangelium. El encuentro llega a su fin con la última sesión de esta mañana y, por la tarde, a las 17.30 horas, la misa celebrada por Francisco en la Basílica de San Pedro. Lea también 29/08/2022
Reuniones en grupo
Ayer, tras el saludo del Papa al inicio de los trabajos, seguido de un breve discurso del decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal Giovanni Battista Re, los cerca de 200 purpurados, patriarcas y superiores de la Secretaría de Estado reunidos en el Aula Nueva del Sínodo pudieron reunirse en grupos lingüísticos, durante los cuales se hicieron propuestas, se presentaron ideas y se pidieron aclaraciones. También se celebró una sesión plenaria.
El tema de los laicos
El tema principal, como ya se ha mencionado, fue el de los laicos en funciones de liderazgo. Como se recordará, el punto 10 de la Praedicate Evangelium – documento publicado el 19 de marzo y en vigor desde el 5 de junio – dice: «Todo cristiano, en virtud del bautismo, es un discípulo-misionero en la medida en que ha encontrado el amor de Dios en Cristo Jesús. Esto no puede pasarse por alto en la actualización de la Curia, cuya reforma, por tanto, debe incluir la participación de los laicos, también en funciones de gobierno y responsabilidad». Lea también 21/03/2022
Ya durante la rueda de prensa de presentación de la Constitución, el 21 de marzo, algunos oradores, entre ellos el recién nombrado cardenal Gianfranco Ghirlanda, habían abordado la cuestión subrayando que «hay Dicasterios en los que es conveniente tener laicos al frente». Un ejemplo es el Dicasterio de Laicos, Familia y Vida, que, según el canonista, abarca áreas que los laicos «viven» y sobre las que «tienen experiencia». «No hay ninguna preclusión establecida», afirmó Ghirlanda. Al mismo tiempo, añadió, en el caso de los Tribunales, «la Constitución no deroga el Código de Derecho Canónico que estipula que en los asuntos que conciernen a los clérigos son éstos los que juzgan… La Iglesia sigue teniendo una jerarquía. No elimina la función de un sacerdote o de un obispo, depende de las diferentes situaciones’.
Sobre la cuestión, que surgió durante los trabajos, se solicitaron más estudios en un ambiente de serena confrontación.
Lojudice: «Poner algunas ideas en línea».
El cardenal Paolo Lojudice, arzobispo de Siena, también lo explicó a Vatican News. «Cuando se trabaja en pequeños grupos, es más fácil confrontarse y dialogar. El tema como sabemos es la confrontación abierta y serena sobre la nueva Constitución y, en particular, sobre su aplicación, sobre cómo ponerla en práctica. En los grupos, más que elementos nuevos, se han alineado algunas ideas… Es posible que haya algunos pasajes que ayuden a la comprensión de algunos elementos que son menos claros, menos evidentes, en particular el que se refiere a la presencia de los laicos incluso en las funciones más altas de los dicasterios. Es una puerta abierta que esperamos que se pueda cruzar de la mejor manera posible».
Misión y misionalidad
Lojudice habla de un «excelente clima» dentro del Aula Nueva del Sínodo y describe la reunión como un punto de partida: «Los tiempos son necesariamente largos para hacer una reforma. Al Papa le importa y le ha importado desde el principio, es uno de los ejes del pontificado… Creo que tarde o temprano llegaremos a una conciencia diferente, donde todo es misión y misionalidad incluso, puede parecer paradójico, los propios despachos de la Curia».
Dolan: «Encuentro edificante»
El cardenal arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, habla de una «hermosa experiencia» y de un encuentro «extraordinariamente edificante». «Hablamos como amigos, como hermanos, con inmensa caridad y profundo amor a la Iglesia, sobre asuntos muy prácticos», dijo el cardenal al micrófono de Deborah Castellano Lubov. «Me alegro de que haya sucedido. Se esperaba con impaciencia».
