
A ti, José, patriarca y artesano,
que habitas pobre y escondida casa,
con voz alegre y corazón humilde nuestra voz canta.
De regia estirpe, en posición modesta,
sufres paciente, resignado callas,
mientras sustentas, con trabajo duro, dos vidas santas.
Fiel artesano y ejemplar modelo,
das a los hombres pruebas bien preclaras
de honra al trabajo, y de hacer la vida santificada.
Sé compasivo con tus fieles siervos,
refrena torpes, sórdidas ganancias;
que crezca Cristo místico en los ámbitos de toda patria.
Dios uno y trino, que eres a la vez
Padre de todos y de toda alma,
haz que imitemos de José la vida y muerte santa.
Amén.