NICODEMO
Autor: P. Nestor Gallego
San Juan 3,1-8
Era un fariseo como el mejor,
y entre los judíos casi un doctor.
Ya van a ver lo que ocurrió con este buen señor,
Tanto su prestigio le avergonzó
que salió de noche, a verlo al Señor.
Noche de encuentro, noche de sueños, noche de conversión.
NICO, NICODEMO QUE VAS A HACER,
ERES EL MAESTRO DE ISRAEL.
AUNQUE PEINES CANAS EN TU VEJEZ,
SIEMPRE HAY ALGO NUEVO PARA APRENDER.
NICO NO TE RINDAS, NICO CREE
QUE SINO JAMÁS PODRÁS RENACER.
TODOS SABEMOS QUE EN EL BAUTISMO,
VOLVEMOS A NACER.
Se que tú has venido para enseñar,
nadie puede hacerlo si no eres tú.
Quien es capaz de actuar así,
si Dios no está con él.
Mi querido amigo debes saber,
tú eres el maestro aquí en Israel.
El que renace desde lo alto,
mi reino puede ver.
¿Cómo un hombre viejo puede nacer,
si con su mamá no puede volver?.
Quiero saber cómo hay que hacer si ya nací una vez,
aunque sople el viento nunca sabrás.
Ni de dónde viene ni a dónde va,
ay! Nicodemo debes creerme,
solo es cuestión de fe.