La imagen puede contener: nube, cielo, texto, exterior y naturalezaY aunque no pongamos los problemas también. Lo propio de Dios es la paz. Él mismo es nuestra paz. En esa paz se inicia todo y todo puede rehacerse a partir de ella. Es el don que nos ubica, nos devuelve a lo que somos, a lo que buscamos ser sin ansiedades ni sensaciones de triunfo o fracaso.
Es una paz maravillosa, que supera todo lo que podamos pensar sigue diciendo Pablo. Por eso a confiar y entregarse con generosidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Post Navigation