El culto de Santa Cecilia, bajo cuyo nombre fue construída en Roma una basílica el siglo V, se difundió ampliamente a causa del relato de su martirio, en el que es ensalzada como ejemplo perfectísimo de la mujer cristiana, que abrazó la virginidad y sufrió el martirio por amor a Cristo.
«Se abrió su boca para dar lecciones de sabiduría y está en sus labios la ley de bondad. Se levantó su esposo y la colmó de alabanzas.»
Santa Cecilia virgen y mártir , rogad por nosotros.