Tercer día: El don del entendimiento como capacidad de escucha de la Palabra en el camino

Oración inicial: Se enciende la vela.

Espíritu Santo que vives en la Palabra recibida de Jesús, quien nos dijo que vos vendrás a recordarnos cuanto él nos ha dicho, te pedimos nos regales el entendimiento para escuchar en el camino de la vida la auténtica voz de ese buen pastor que nos llama a permanecer en él y nos conduce a la abundancia de la vida.

Para reflexionar:

El don del entendimiento es el regalo que nos ofrece el Espíritu Santo para comprender las enseñanzas de Jesús. Se trata de entender las cosas de la vida con la mirada de Dios. Es el entender profundo de quien es capaz de penetrar hasta el «carozo» de las cosas. Es el conocimiento medular y no superficial.

El Espíritu Santo nos abre las «entendederas» para que logremos captar la más profundo de la Buena Noticia y la voluntad de Dios más allá de las cosas.

A cada invocación respondemos: Ven Espíritu Santo y permítenos entender

  • En los momentos de tinieblas…
  • Cuando oramos con la Biblia…
  • Frente a las situaciones difíciles…
  • Ante las dudas de fe…
  • En medio de la debilidad…

Leemos en la Biblia (para la oración personal): Evangelio de san Mateo 23, 1-12.

Gesto para acompañar la oración: Colocamos El Libro de la Palabra de Dios en un lugar importante de la casa o del lugar de oración dándole centralidad.

Oración final

Espíritu Santo, tenemos la asombrosa experiencia que estás siempre con nosotros y que nunca nos dejas solos.

Vivifica nuestra memoria agradecida para seguir descubriendo y aprendiendo de lo dones con los que das belleza a nuestra Iglesia Particular.

Muévenos a sentir con el Papa Francisco y con toda la Iglesia Universal para crecer en comunión, participación y misión.

Confiamos en vos.

En este Sínodo, enséñanos a escucharte, a escucharnos, a dialogar y a compartir.

En este Sínodo inspíranos para ver, sentir, pensar y obrar, de una manera nueva.

En este Sínodo anímanos a ser creativos en la Evangelización y en la Catequesis.

Amen.

Dios te Salve María, llena eres gracia…

María de Luján, esperanza de nuestro pueblo, ruega por nosotros

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