Espíritu Santo! Suave viento que llenó el Cenáculo y dio fuerza y valor a los corazones de cuantos te esperaban, orando fervorosamente unidos con una alma y un corazón: ocupa ¡Espíritu de vida y amor! toda la casa de nuestro espíritu, memoria, entendimiento y voluntad: y dame la gracia que te pedimos en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios y bien de todos. Amén.

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